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El año 82 americano, el año de 'Nebraska'

Mientras en Inglaterra 1982 fue un años de flujos y reflujos, de búsqueda y evolución, en Estados Unidos transcurrió sin excesivas novedades, manteniéndose la tónica de años anteriores, asunto que se trasladaba irremisiblemente a la producción y venta de discos. 

Dos interrogantes se mantenían desde 1974: ¿no hay mejor música porque no salen mejores artistas, o no hay buenos artistas porque la industria no lo favorece? ¿Se venden menos discos por falta de imaginación, o las editoras apoyan sólo el negocio seguro?

En 1976, en Estados Unidos se comenzó a otorgar el "disco de platino" para galardonar a aquellas grabaciones cuyas ventas superaban con creces las del ya clásico "disco de oro". Analizando los datos, se observa que de un año de máximo optimismo -1978-, en el que los álbumes de platino casi doblaron a los de 1977, se pasó a la debacle en 1979, con un descenso brutal que llegaría hasta 1982. Ni siquiera el anuncio de la salida de la crisis económica tuvo efecto alguno.

A los datos anteriores hay que añadir la bipolarización en torno a las dos principales compañías discográficas: CBS y WEA. Esta concentración determinó también el apoyo mínimo a los nuevos artistas, en contraste con la gran proliferación de sellos independientes y una "lucha" editorial mucho más fuerte al otro lado del charco.

En ese ambiente de ambigüedad musical, en el que lo más destacado fueron los debuts en solitario de gente como Robert Plant o Donald Fegen, las aventuras al margen de sus bandas de Don Henley, Glenn Frey o Steve Nicks, por citar algunos, y el aplastante éxito del primer disco de Asia amén de las irrupciones de Men at Work y Human League, es de justicia destacar el perfil de una obra: Nebraska, de Bruce Springsteen, sexto álbum del de New Jersey, de que ya hablé aquí en su momento.

8 comentarios :

  1. Desde luego Nebraska, que es un disco que me encanta, no tiene nada que ver con los tiempos en los que fue editado. Nunca he creido en la falta de artistas, siempre tiendo a pensar que no son apoyados, como pasa en la actualidad.
    Abrazos.

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    1. Estoy de acuerdo. El apoyo a los artistas era y sigue siendo fundamental, y te lo dice uno que lo sufrió.

      Un abrazo!

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  2. La respuesta puede estar en que en 1982 se publicaron dos obras maestras de la talla del debut de Dream Syndicate y el "The Blue Mask" de Lou Reed. Y además sacaron discos buenísimos Parálisis Permanente, Gun Club, Circle Jerks, Y&T, Aerosmith y James Chance.

    Un abrazo.

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    1. Para las discográficas quizá no eran tan buenas algunas de las que citas.

      Un abrazo, amigo!

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  3. Hola Evánder:
    He leido tu entrada y me parece muy interesante tu análisis. Yo soy de los que se estancaron cuando llegaron los ochenta, e incluso con el tiempo he ido retrocediendo.
    Me encanta Nebraska, lo tengo en vinilo.

    Si te apetece date una vuelta por mi blog.http://viejozapatomarron.blogspot.com.es/

    Podemos enlazar los dos blogs.
    Saludos.
    Antoni

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  4. Nunca he sido fan del Boss, tan solo un par de obras hacen parco hueco en mi colección. Opino que, a nivel de creación artística, las décadas de los 70 y 80 en los USA no fueron malas, otra cosa es que las ventas de discos se decantaran mayoritariamente por el material con mayor exposición pública, cuestión que siempre ha ocurrido en el mercado discográfico. La concentración de sellos, como bien apuntas, nunca ha sido beneficiosa para dar a conocer las obras menos convencionales, menos mainstream, por emplear un término que todos (?) comprendemos.
    Saludos,
    JdG

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    1. Totalmente de acuerdo contigo, incluido lo relativo al Boss.

      Un abrazo!

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