Una de las notas más características de 1967, año más importante del pop, fue la especial imporrtancia que cobró el LP en Gran Bretaña, muy concretamente por los Beatles y los Stones., los únicos grupos que se preocuparon de grabar obras en vez de singles. Pocas bandas más, como los Who, Cream o Moody Blues, intentaron buscar una mayor envergadura y dimensión a su música y a sus posibilidades. El pop seguía siendo algo establecido, con una pauta inamovible que delimitaba las canciones a un tiempo máximo de tres minutos. Sobrepasar ese límite era tentar a la suerte, provocar que el disco no fuese "pinchado" del todo en las emisoras, o que el público se cansara de él.
Los Stones habían incluído un tema de once minutos en Aftermath (1966); en 1967 había una pieza de ocho minutos en el álbum Their Satanic Majesties request. Y los Beatles experimentaronn en tiempo y espacio con "A day in the life", del Sgt. Pepper's.; e incluso los Moody Blues fueron capaces de todo un álbum genérico desarrollado a través de las distintas fases de un día. Eran proyectos ambiciosos, pero todavía aislados en el contexto de la música pop. La mayoría de los grupos editaban singles y más singles, y luego los reunían en un disco. O, si editaban un álbum, se esforzaban al máximo en que estuviera formado por la mayor cantidad posible de temas que pudiesen triunfar en single. El LP era un lujo, todavía elitista en cierta forma. Vendían LPs los grandes, el resto no.