Dice la RAE que la música es el arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, ya tristemente; Así que, vaya por delante mi admiración por todos aquellos que se dedicaron y se dedican a tan magno arte.
Con todo respeto a cualquier manifestación musical, concretada en los múltiples estilos que conforman la historia de la música, desde sus orígenes hasta nuestros días, mis inclinaciones siempre han ido enfocadas a toda suerte de tendencias con marcada componente melódica, lo cual no excluye de entrada a ninguno. Se me ocurre desde un aria de una ópera hasta un tema de heavy metal, pasando por pop, rock, garage, indie, etc.
A eso unimos que, desde hace ocho años casi, mi baúl musical se ha ido llenando de música de lo más diverso, gracias a todos los blogueros que he conocido y leído desde aquel 2 de julio de 2008. Y se ha ido llenando hasta tener que sustituirlo por otro más grande en varias ocasiones, con grupos y artistas que he ido escogiendo minuciosamente para completar mi colección de música melódica. A veces discografías completas; otras, discos concretos; y, en ocasiones, temas sueltos. Todo ello asentado sobre un fondo de baúl, como del fondo de armario que todos tenemos, y que da sentido a esa base melódica que forma parte de mi cultura musical.
Como ultimo ingrediente, comentar que yo vivo la música como músico -modesto, pero músico-, con lo que eso tiene de bagaje en cuanto a haber conocido lo que es grabar un disco, currarse los temas en los ensayos, preparar actuaciones, y tocar encima de un escenario. Y sobre esta última parte he manifestado hasta la saciedad que es lo que me sirve de tamiz para valorar la calidad de los grupos musicales. Por eso tengo actualmente en tan alta estima a mis amigos de The Fakeband y a los de Bantastic Fand.
Y de la música española, en ese fondo de baúl están Los Secretos. Una banda denostada por muchos, tildada de melancólicos, de tristes, a veces hasta de horteras. En mi humilde opinión Álvaro Urquijo y compañía son unos músicos extraordinarios, como así lo demuestran cada vez que se suben a un escenario. El sábado tuve el placer de disfrutarlos una vez más, esta vez en un concierto acústico, de esos sin trampa ni cartón en los que hay que dar la talla, en los que se toca sin red -léase guitarras eléctricas, baterías completas o mantas de teclados de fondo-. Todo un lujo para mis oídos tan entrenados para captar esa música melódica que tanto me gusta, me llena y me satisface.
Con todo respeto a cualquier manifestación musical, concretada en los múltiples estilos que conforman la historia de la música, desde sus orígenes hasta nuestros días, mis inclinaciones siempre han ido enfocadas a toda suerte de tendencias con marcada componente melódica, lo cual no excluye de entrada a ninguno. Se me ocurre desde un aria de una ópera hasta un tema de heavy metal, pasando por pop, rock, garage, indie, etc.
A eso unimos que, desde hace ocho años casi, mi baúl musical se ha ido llenando de música de lo más diverso, gracias a todos los blogueros que he conocido y leído desde aquel 2 de julio de 2008. Y se ha ido llenando hasta tener que sustituirlo por otro más grande en varias ocasiones, con grupos y artistas que he ido escogiendo minuciosamente para completar mi colección de música melódica. A veces discografías completas; otras, discos concretos; y, en ocasiones, temas sueltos. Todo ello asentado sobre un fondo de baúl, como del fondo de armario que todos tenemos, y que da sentido a esa base melódica que forma parte de mi cultura musical.
Como ultimo ingrediente, comentar que yo vivo la música como músico -modesto, pero músico-, con lo que eso tiene de bagaje en cuanto a haber conocido lo que es grabar un disco, currarse los temas en los ensayos, preparar actuaciones, y tocar encima de un escenario. Y sobre esta última parte he manifestado hasta la saciedad que es lo que me sirve de tamiz para valorar la calidad de los grupos musicales. Por eso tengo actualmente en tan alta estima a mis amigos de The Fakeband y a los de Bantastic Fand.
Los Secretos (Teatro Circo de Albacete, 07/05/16) |
Y de la música española, en ese fondo de baúl están Los Secretos. Una banda denostada por muchos, tildada de melancólicos, de tristes, a veces hasta de horteras. En mi humilde opinión Álvaro Urquijo y compañía son unos músicos extraordinarios, como así lo demuestran cada vez que se suben a un escenario. El sábado tuve el placer de disfrutarlos una vez más, esta vez en un concierto acústico, de esos sin trampa ni cartón en los que hay que dar la talla, en los que se toca sin red -léase guitarras eléctricas, baterías completas o mantas de teclados de fondo-. Todo un lujo para mis oídos tan entrenados para captar esa música melódica que tanto me gusta, me llena y me satisface.
Ríjate que he visto varias veces a Secretos, que es un grupo excelente, pero nunca en formato acústico, tienen que sonar muy bien, efectivamente son grandes músicos, el amigo Arroyo es la pera, y tienen infinidad de canciones que se adaptan muy bien a este formato.
ResponderEliminarMe alegra que te gustase el concierto.
Un abrazo.
El acústico les va muy bien, es cierto. Yo disfruté mucho con el concierto. Tienen mucha calidad.
EliminarUn abrazo!
Que Los Secretos son grandes músicos y uno de los grupos más importantes de nuestra querida España es tan cierto como que sin Enrique nunca hubieran alcanzado ese status. Esa es mi opinión, la de un gran seguidor de esta banda.
ResponderEliminarTiene que molar escucharlos en acústico en directo.
Abrazo
Son una gran banda, le pese a quien le pese. Y el acústico les va como anillo al dedo.
EliminarUn abrazo!
Me consta que en ese fondo de baúl tienes en muy alta estima a Los Secretos. Para mí es un grupo muy respetable con grandes canciones que me encantan y casi ningún álbum como tal que me haya enganchado. Abrazo.
ResponderEliminarMe conoces bien y sabes que es así. Forma parte de mi cultura musical. No pierdo la ocasión de verlos en cuanto puedo.
EliminarUn abrazo!