El 14 de enero de 1973, desde Hawaii, el mundo veía uno de los mayores acontecimientos de la historia del rock hasta la fecha, y no por el espectáculo en sí, que se limitaba a la actuación de un cantante, sino porque ese cantante era Elvis Presley, y porque el concierto tenía todo el carácter de una efeméride apoteósica. Mil millones de personas (según cálculos oficiales) vieron el show, de una hora de duración. No sólo fue emitido por televisión a los cinco continentes (algunos países lo emitieron en diferido), sino también grabado para reposiciones posteriores y para ser editado en disco; fue un doble LP que llegó a los dos millones de unidades vendidas nada más ponerse a la venta un mes después del evento.
El motivo central, sin embargo, era el que menos salió a la luz. Los beneficios del concierto fueron a parar al Kui Lee Cancer Fund, una agrupación dedicada a la cura del cáncer. Kui Lee había sido un notable compositor hawaiano, víctima del cáncer. Una de sus composiciones, "I'll remember you", fue interpretada por Elvis Presley en el show.
Un poco de historia siempre esta bien y de eso aquí tambien hay, desconocía lo de la fundacion del cancer, el disco y el concierto son una pasada eso si.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pedazo de concierto, ciertamente.
EliminarUn abrazo!
mil millones... la virgen! eso es tener audiencia!
ResponderEliminarPedazo de marca, y eso que de esto hace 41 años!
EliminarUn abrazo!
Muy bien glosado lo que significan concierto y disco. Glorioso concierto, glorioso Elvis, of course.
ResponderEliminarUn abrazo, Evánder.
Como tú bien dices, glorioso concierto. Todo un acontecimiento a nivel mundial.
EliminarGracias por tus palabras, Gonzalo.
Un abrazo!