Sir Paul McCartney cumple 70 años

Haciendo mis primeros pinitos con una guitarra española usada que me regalaron allá por el año 1975 o quizá alguno más, y recién salido de la no muy grata experiencia de haber tocado en una rondalla (me aburría mucho, la verdad), cierto día en el colegio un compañero, que unos años después formaría parte junto a mi desaparecido amigo Toño y otro amigo más de mi primer grupo, me empezó a hablar de una música de la que me aseguraba me iba a encantar..

Así que, se presentó en casa con unos vinilos de un grupo de cuatro ingleses que cantaban cosas como ésta:

Me quedé alucinado. Aquello que salía de los altavoces del giradiscos me atrapó de tal forma que, al cabo de unos días, ya sabía tocar y cantar muchas de aquellas canciones, sobre todo las que interpretaba un tal Paul McCartney. Esa voz, esa forma de cantar impactaron tanto en mí que hasta mi familia me decía que cantaba igual que él (la familia, ya se sabe). Me resultaba increíble cómo Paul era capaz de interpretar registros tan distintos, estilos tan dispares, y con tanta calidad:

Desde aquella época hasta ahora, aunque lógicamente mi abanico de gustos musicales abarca ya una gran cantidad de géneros musicales (el baúl del desván aporta suficientes pruebas de ello) la obra de este genio de la musical, "el Mozart del s XX", como se le llamó en su día, su carrera, tanto con The Beatles, como con Wings, como en solitario, me ha escoltado en todo mi aprendizaje musical, dejando una huella indeleble en mis tímpanos a base de auténticas joyas musicales.

Más de cincuenta años en activo, cerca de cuarenta discos grabados después de The Beatles, infinidad de números uno en las listas de singles (treinta y una canciones) y de LPs, artista y compositor de más éxito de todos los tiempos, sesenta discos de oro, más de cien millones de álbumes y de singles vendidos... No me extraña en absoluto que, a estas alturas de su trayectoria, se permita el lujo de quedar con unos amiguetes y grabar por puro placer un disco como Kisses On The Bottom, un auténtico lujo de álbum, que sacó a la venta en febrero pasado.

Uno de los momentos más felices de toda mi vida fue aquel viernes, 3 de noviembre de 1989, cuando tuve al fin la oportuniad de verle cantar en directo, tal como relaté hace ya mucho tiempo: el mejor concierto que he visto en mi vida. Si miráis a vuestra derecha veréis la entrada de aquel concierto, que decora el desván..

En fin, que podría estar horas y horas hablando del tema, pero no quiero cansaros; así que os dejo con su música, que expresa muchísimo más de lo que puedan hacer mis palabras. Sólo deciros, para terminar, que uno de los personajes clave de la historia de la música moderna merece mi más sincera consideración. Vaya desde aquí este humilde pero sincero homenaje.

Long live Paul! Happy birthday!